Adopción de Marián

A Marián la trajeron en brazos al albergue. La encontraron por la calle, sin rumbo. Pensamos que la habían abandonado porque escaparse, lo vemos difícil. Es una gata que no se mueve de su sitio. Después de esperar y hacerle todas las pruebas y ponerle todas las vacunas, la llevamos al recinto de gatos, con el resto de compañeros, pero no le sentó nada bien. Se puso tan mala, que un día la encontramos medio muerta en una de las casitas. Por miedo al resto de gatos, se quedó a pleno sol en una de las casas que hay, y le dio un golpe de calor. Estuvo varios días ingresada en el veterinario y salió recuperada, pero ya no puede volver allí, así que vive en una jaula amplia, en la zona de cuarentenas. La sacamos todos los días para que ande un poco pero eso no es vida para ella. Intentamos que esté cómoda y la verdad, es que está muy a gusto metida ahí. Pero no queremos eso para ella. Además, debido al estrés, ha desarrollado problemas de boca que hacer que de vez en cuando, tenga subidas de encías, que tratamos y siempre mejoran. En una casa se alargarían estos periodos de crisis y quién sabe si se acabarían para siempre. Puede convivir con otros gatos pero no le van las masificaciones. Se pone nerviosa si se agobia, y echa la zarpa. Esto incluye a humanos. Hay que dejarla a su aire. Es un poco especial pero no por ello vamos a dejar de luchar. Se merece un hogar como todos... lo conseguiremos!