Adopción de Kai

Kai entró junto a su mamá, Kayla y sus tres hermanos cuando era una pelusita negra. Todo este tiempo, más de tres años, ha estado en el albergue y aunque está adaptado, no conoce lo bueno de verdad, las comodidades de un hogar y el cariño de una familia.
Toda su familia ha sido adoptada y él, se ha quedado sin encontrar su adoptante ideal. Es un gato enorme y precioso. Al principio no tenía muy buen carácter, siempre fue el rebelde de la familia pero ahora está muy tranquilo y se deja manejar dentro de unos límites. No le gusta estar en brazos sin embargo, le encantan las caricias y que le den golosinas. No muerde ni araña, sólo está incómodo en determinadas situaciones. En realidad tiene el carácter felino puro. Necesita un humanx a su lado que sepa darle el tiempo necesario para que se adapte, si agobios y sin prisas y es que no todos somos "la alegría de la huerta". Kai demanda su espacio vital y hay que respetarlo y quererlo como es, una pantera domada. Ven a conocerlo!!!