Adopción de Patty

Patty ha tenido muy mala suerte en su vida.
Entró cuando era muy pequeñita con las dos patas traseras rotas. El veterinario tuvo que operarla de las dos patas a la vez. Ella no se quejó en ningún momento y no perdió la alegría.
Para estar más vigilada, fue a una casa de acogida. Allí de nuevo sufrió una caída fuerte y una de sus patas volvió a fracturarse. Se intentó que soldara sola pero fue imposible y tuvo que ser operada de nuevo del fémur. El veterinario tuvo que alinear el hueso. La operación se sufragó con la venta de pañoletas en la Bendición de San Antón.
Toda la rehabilitación la pasó en un espacio reducido ya que no podía correr ni saltar. Sin embargo, le han quedado secuelas permanentes. No ha quedado bien y anda un poco agachada y con las patas locas (ver vídeo). Ella hace vida normal y no es consciente de su minusvalía porque es feliz.
Con sólo mirarla, Patty empieza a ronronear. Es hiper sociable. Cuando la coges en brazos empieza a hacer la "croqueta" y no se cansa nunca. Quiere darte siempre besitos en la cara. Es muy maja.
Ojalá encuentre una familia que sepa cuidarla y no vuelva a sufrir más accidentes.